Al Refugio de Nuvolau

Descripción

Desde el aparcamiento de Paso Giau, toma el sendero n.º 443: podrás admirar las paredes recortadas de Ra Gusela a tu izquierda, y los perfiles de Croda da Lago y Lastoi de Formin a tu derecha. El sendero es muy variado, discurre en parte por el bosque y en parte por espacios abiertos con numerosos puntos panorámicos. En aproximadamente una hora, el sendero asciende por empinadas sucesiones de curvas hasta Crépe dei Ronde y, una vez alcanzada la cima, llegarás a un espacio abierto desde el que se pueden vislumbrar las Cinque Torri y el Refugio de Cinque Torri. Puedes decidir si pasas por al lado o mantenerte más a la izquierda y ascender directamente al Refugio de Scoiattoli; en ambos casos, cruzarás el sendero n.º 439, que sigue hasta el Refugio de Scoiattoli a 2255 m, donde disfrutarás de una maravillosa vista de las Cinque Torri. Desde aquí, continúa por el sendero n.º 439 hasta el Refugio de Averau, contemplando durante la subida la amplia vista de Cortina que se abre ante ti. Desde el Refugio de Averau, puedes llegar en menos de una hora al Refugio de Nuvolau, siguiendo de nuevo el sendero n.º 439. El refugio, con un ambiente auténtico y tradicional, es el primero de la cuenca del Ampezzo. Fue construido en 1883 en la montaña del mismo nombre a 2575 m de altitud y ofrece un paisaje impresionante y una vista privilegiada de 360 grados de la cuenca del Ampezzo, con las Cinque Torri algo más abajo, así como las Tofane y la Marmolada. La idea de construir el refugio fue del general Meerheimb de Dresde, quien, tras pasar un tiempo en Cortina para recuperarse de una grave enfermedad y superarla, decidió hacer una aportación a la Sección del Club Alpino Alemán y Austriaco para construir un refugio, que recibió en su honor el nombre de «Sachesendankhütte» (Refugio de Agradecimiento al Sajón). El edificio, que en un principio era de pequeño tamaño, quedó casi completamente destruido durante la Primera Guerra Mundial, y durante su reconstrucción en 1930 se amplió. Además, tras la incorporación de Cortina a Italia, el nombre del refugio pasó a ser Refugio de Nuvolau. Tras abandonarte al encanto y a la belleza de la naturaleza, podrás volver por el mismo sendero hasta llegar al Refugio de Averau y, durante el descenso, contemplar la montaña del mismo nombre que se alza imponente por detrás. Este enclave es también un lugar de descanso famoso por su excelente cocina y cuenta con una gran terraza panorámica con preciosas vistas. Desde aquí, continúa por el sendero n.º 464 hacia el Refugio de Fedare, pasando por debajo del telesilla de esquí a través de los pastos y prados del Paso Giau, y en el cruce con el sendero n.º 452 tome este último, que te llevará de vuelta al Paso Giau, bordeando las faldas del Monte Nuvolau y la Gusela del Nuvolau. Desde aquí puedes admirar, en lo alto del Nuvolau, el refugio del mismo nombre perfilado en el horizonte, que ofrece alojamiento a excursionistas, montañeros y guías de montaña desde 1883.