Siempre ha sido un lugar de elección para los amantes de la escalada a la histórica ferrata de las murallas de Tofane, y es el punto de llegada y salida de numerosas excursiones.
En invierno se puede acceder con raquetas o pieles, representando una visita obligada para quienes deseen pasar veladas inolvidables disfrutando del fantástico panorama de los picos más bellos de Cortina.
Desde siempre dirigido por la familia Recafina, ofrece una cocina genuina basada en ingredientes locales y recetas autóctonas.
El chef ofrece los clásicos casunziei, gulash de ternera y estofado de venado. No te pierdas los garganelli salteados con radicchio y salchichas, así como el legendario strudel de manzana.
Siempre ha sido un lugar de elección para los amantes de la escalada a la histórica ferrata de las murallas de Tofane, y es el punto de llegada y salida de numerosas excursiones.
En invierno se puede acceder con raquetas o pieles, representando una visita obligada para quienes deseen pasar veladas inolvidables disfrutando del fantástico panorama de los picos más bellos de Cortina.
Desde siempre dirigido por la familia Recafina, ofrece una cocina genuina basada en ingredientes locales y recetas autóctonas.
El chef ofrece los clásicos casunziei, gulash de ternera y estofado de venado. No te pierdas los garganelli salteados con radicchio y salchichas, así como el legendario strudel de manzana.
Siempre ha sido un lugar de elección para los amantes de la escalada a la histórica ferrata de las murallas de Tofane, y es el punto de llegada y salida de numerosas excursiones.
En invierno se puede acceder con raquetas o pieles, representando una visita obligada para quienes deseen pasar veladas inolvidables disfrutando del fantástico panorama de los picos más bellos de Cortina.
Desde siempre dirigido por la familia Recafina, ofrece una cocina genuina basada en ingredientes locales y recetas autóctonas.
El chef ofrece los clásicos casunziei, gulash de ternera y estofado de venado. No te pierdas los garganelli salteados con radicchio y salchichas, así como el legendario strudel de manzana.
Para sentirte siempre en un rinconcito de Cortina, solo tienes que mantener el contacto.