Durante la Primera Guerra Mundial, las Cinque Torri fueron el bastión de la línea italiana en el frente de los Dolomitas. Ya el 24 de mayo de 1915, al día siguiente de la entrada de Italia en la guerra, los Alpini del Fenestrelle ocuparon la zona, estableciendo una línea a través de las Cinque Torri, la Tofana di Rozes y el lado sureste del Col dei Bos.

En Bai de Dones (zona de abajo) se encontraba la artillería que dirigía las acciones de fuego italianas contra la cresta del Monte Casale y en el Monte Ciaval, en los Dolomitas de Fanes, que estaban plagados de emplazamientos austrohúngaros. 

Desde las Cinque Torri,se tiene una excelente visión de buena parte de los emplazamientos austrohúngaros; es decir, de toda la vertiente izquierda de Val Costeana. Después, se colocó un observatorio en la Torre Grande de las Cinque Torri para seguir las operaciones, lo que permitió ver las explosiones de las minas en Lagazuoi, Col di Lana, Castelletto y Sief.

A diferencia de los demás emplazamientos italianos, aquí la línea de defensa se estableció inmediatamente con trincheras, depósitos y cuevas excavadas en la montaña. La zona albergaba un comando de artillería, que en invierno, debido a la dureza del clima y a las fuertes nevadas, se trasladaba a un hotel de Cortina.

Sumérgete en las trincheras restauradas del Museo al aire libre della Grande Guerra en una sencilla ruta apta para toda la familia desde Bai de Dones o, como alternativa, en telesilla. Aquí podrás tocar con la mano y revivir esos momentos históricos a los que se enfrentaron nuestros soldados.

No te pierdas las recreaciones históricas que se escenifican cada verano con trajes y representaciones fielmente reconstruidos.

En el cercano Col Gallina, podrás experimentar una noche en el frente en la avanzadilla italiana de Cima Gallina, tanto en verano como en invierno, con una ruta sencilla o una excursión con raquetas de nieve al atardecer en compañía de un experto guía histórico.