Excursión a Sass de Stria

Descripción

El punto de partida de la ruta es Forte Tre Sassi, o Forte Tra i Sassi. La estructura fue construida por el Imperio austrohúngaro entre 1897 y 1901 como cuartel-fortaleza para controlar el paso, pero los graves daños causados por la artillería italiana hicieron que el mando austriaco decidiera trasladar las defensas a los picos dolomíticos (Lagazuoi, Settsass y Sass de Stria). En la actualidad, el fuerte ha sido completamente restaurado y en su interior hay una bonita exposición de reliquias bélicas de la Gran Guerra, por lo que es muy recomendable visitarlo antes o después de la excursión. Desde el aparcamiento se puede admirar el Sass de Stria, que se eleva como una pirámide esbelta y puntiaguda con una larga cresta rocosa de un kilómetro de longitud. El monte debe su nombre a una antigua leyenda local que cuenta que había brujas en los prados que rodean la cima (de hecho, «stria» hecho, significa bruja en ampezzano). Desde el punto de vista histórico, Sass de Stria es un testigo extraordinario del frente dolomítico de la Primera Guerra Mundial: de hecho, el monte fue durante meses el escenario de los encarnizados enfrentamientos entre los dos ejércitos, de los que aún conserva numerosos signos y vestigios. Durante el conflicto se transformó en una fortaleza natural con galerías y trincheras. Hoy, tras las obras de restauración y reconstrucción de obras bélicas menores, Sass di Stria ha pasado a formar parte del Museo al aire libre de la Gran Guerra de Cortina, junto con las zonas de las Cinque Torri y Lagazuoi, también escenario de una increíble guerra librada a gran altitud. Después de que el ejército italiano ocupara Cortina, interrumpiendo cuatro siglos de pertenencia al Imperio Habsburgo, las tropas austrohúngaras se retiraron a Lagazuoi y Sass de Stria para defender Val Badia, Pusteria y Paso Valparola. Tras comprobar que los ataques en la superficie habían caído en saco roto, ambos ejércitos empezaron a cavar galerías y cuevas en las montañas con la intención de volar las posiciones de sus oponentes y fortificar las propias, convirtiendo la guerra en la llamada «guerra de las minas». Desde el aparcamiento, se divisa el sendero que asciende lentamente en altitud entre arbustos y rododendros, dejando atrás el fuerte. En una media hora llegarás a la zona central: una enorme meseta rocosa donde el panorama se abre regalando fantásticas vistas de Lagazuoi, Averau, SettSass, Sella y Marmolada. Toda la zona está surcada por vestigios de trincheras, posiciones militares, túneles y obras menores que datan de la Gran Guerra. Así comienza la apasionante visita histórica por pasarelas excavadas en la roca y trincheras protegidas por muros de piedra y soportes de madera, completamente reconstruidos gracias a una admirable labor de restauración. Hay varias posiciones, galerías y lugares históricos que puedes visitar. No te pierdas la famosa «Esfinge»: una posición militar sumamente espectacular, labrada en el interior de una torre fortificada suspendida en el vacío, cuyo perfil recuerda precisamente a una esfinge. También es muy recomendable la visita a un sistema de galerías estrechas y empinadas, equipadas con escaleras y cables (es obligatorio llevar linterna frontal y casco), que conducen a las posiciones de la ladera sur de Sass de Stria. Aquí encontrarás algunos fragmentos de los soportes de las ametralladoras austriacas y podrás disfrutar de unas maravillosas vistas de Marmolada y Col di Lana desde las aspilleras. En este punto puedes continuar el ascenso hasta la cumbre emprendiendo el último tramo, ligeramente más exigente. Entrarás en una profunda hendidura vertical de la montaña donde se ha creado una ruta corta y fácil equipada con una serie de escaleras de metal y madera que permiten superar el último desnivel rocoso. Tras recorrer el estrecho y angosto sendero saldrás a la soleada cima de Sass de Stria, a 2477 metros. La cima ofrece una vista panorámica de 360 grados de los Dolomitas de Ampezzo, Marmolada, el grupo Sella y Col di Lana. También es preciosa la vista desde arriba de Paso Falzarego, un estupendo puerto dolomítico, de Paso Valparola y de las increíbles obras bélicas de la pequeña depresión cercana a la antecima de Sass de Stria. El regreso a Forte Tre Sassi se hace por el mismo camino que el trayecto de subida.