Sendero equipado
3 h 30'
Paso Falzarego
Paso Falzarego
Durante la Primera Guerra Mundial, el sendero de los Kaiserjäger era la vía de comunicación entre la vaguada y las posiciones austriacas en las alturas del Lagazuoi, por el que se transportaban víveres, munición y material. En la actualidad, se ha renovado el sendero y se puede recorrer en su totalidad, con algunos tramos expuestos, pero bien equipados con cuerdas fijas.
Desde el aparcamiento del teleférico Lagazuoi, sigue un corto tramo del sendero n.º 402, que sube junto a la pista de esquí. A continuación, girando a la izquierda por un nuevo sendero, atraviesa el pedregal por debajo de Lagazuoi y llegarás a los primeros restos de los emplazamientos de la Primera Guerra Mundial.
El sendero sube empinado en zigzag hasta el comienzo del cable.
Siguiendo un sistema de repisas, llegarás al famoso puente colgante, de unos 10 m de longitud y 25 m de altura. Al cruzar este puente, llegarás a una repisa empinada y expuesta, pero bien asegurada. Continúa a través de emplazamientos bien conservados y luego por el sendero.
Desde aquí, se ve muy bien el cráter de la mina austriaca y, al fondo, la antecima con las entradas al túnel italiano.
Un sendero empinado lleva primero a la cresta, luego a la cumbre del Piccolo Lagazuoi y, por último, al Refugio Lagazuoi.
El recorrido puede hacerse tanto en subida (recomendado) como en bajada, utilizando el teleférico, a pie por el Sendero del Fronte o por el camino que cruza el túnel de la antecima.
Merece la pena desviarse hasta la famosa Cengia Martini, un pueblo italiano aferrado a la roca: la repisa cruza la pared sur y debe su nombre al comandante Martini, que en 1915 condujo a dos pelotones de Alpini a su conquista, subiendo por el Val Costeana. La peculiaridad del emplazamiento es su ubicación estratégica entre dos posiciones austrohúngaras: la de la Cima del Lagazuoi arriba y las trincheras Vonbank de Sass de Stria. De hecho, los austriacos hicieron todo lo posible para expulsar a los italianos, que, por el contrario, se atrincheraron aún más, equipando la cornisa con pasarelas, cocinas, comedor, almacén, teléfono, estación de teleférico, zona de primeros auxilios, fragua, carpintería, peletería y barracones-refugio para 140 hombres.
Para sentirte siempre en un rinconcito de Cortina, solo tienes que mantener el contacto.